Mitos en torno a la nutrición deportiva

Mitos en torno a la nutrición deportiva, en el artículo de hoy, vamos a hablar de mitos que resuenan mucho en el ámbito de la nutrición deportiva y que se hacen especialmente populares en meses como enero, tan cargado de ‘buenos propósitos’ y de objetivos, o en mayo con la “operación bikini”.

 ¿Habéis escuchado alguna vez que el agua con azúcar quita las agujetas, que los suplementos de proteína dañan los riñones, que x producto reduce la grasa de ‘cartucheras’, o que cuánto más sudes, más adelgazarás? Pues bien, vamos a ver cuánto de realidad hay en ellos.

Nutrición deportiva y las agujetas:

1. «Tomar agua con azúcar elimina las agujetas»

¿Te suena esa afirmación?  Se hizo bastante popular ya que se pensaba que las agujetas eran producidas por el ácido láctico que se generaba en el músculo tras realizar ejercicio físico. Supuestamente el ácido láctico cristalizaba y no podía eliminarse en sangre por lo que generaba dolor. Se creía entonces que la ingesta de agua con azúcar era capaz de deshacer los cristales y permitir, de esta forma que se expulsaran.

Hoy en día, sabemos que no tiene ningún sentido afirmar tal cosa, ya que las agujetas, aparecen en realidad cuando tras una sobre estimulación, se producen microrroturas de las fibras musculares. Por lo tanto y siendo ese el motivo, entendemos fácilmente que la ingesta de agua con azúcar no ayudará en nada.

Nutrición deportiva y la proteína:

2. «En nutrición deportiva se utiliza de forma bastante habitual la suplementación con proteína en polv

Si bien no es imprescindible, suele ser interesante para completar los requerimientos de este macronutriente en algunos deportistas, además de una herramienta interesante para hacer recetas dulces de lo más apetecibles.

En cuanto al daño renal, no es dependiente de si la proteína se ingiere en forma de polvo o de cualquier otra forma, es decir, no tiene más riesgo un batido de proteína que una pechuga de pollo, y lo que será perjudicial en tal caso, será el exceso (exceso bastante elevado) de la misma.

Por lo tanto, en cualquier caso, lo importante será conocer las necesidades de la persona y en lo que puede ayudar mucho contar con la ayuda de un profesional de la nutrición.

La grasa localizada un gran mito en la nutrición:

3. «No se puede perder grasa localizada»

Es algo que mucha gente demanda, pero a día de hoy, la única opción para conseguir ese propósito es pasando por un quirófano.

Cuando una persona comienza (en el mejor de los casos) un plan pautado con un dietista nutricionista para perder grasa, perderá progresivamente grasa de su cuerpo, entendiendo el cuerpo como un ‘todo’ que irá bajando %, pero en ningún caso se puede elegir ‘de dónde’ perder la grasa.

Lo único que puede ayudar a moldear el cuerpo es el ejercicio, fundamentalmente ejercicio de fuerza por la hipertrofia de ciertos músculos. Pero esta opción supone un proceso largo y conlleva esfuerzo y dedicación… no hay ‘suplemento mágico’ que lo consiga. No somos fans de soluciones milagrosas no duraderas, conseguimos los objetivos de nuestros pacientes de forma sólida y con soporte científico cuidando su salud.

Otro mito de la nutrición deportiva sudar grasa:

4. «En muchas ocasiones se publicitan productos o métodos para aumentar la sudoración, o se habla incluso de sudar la grasa»

Si has llegado hasta este punto del artículo probablemente supones que tenemos malas noticias para ti. La grasa no se suda. De hecho, lo que nuestro cuerpo expulsa con el sudor son toxinas y sales minerales (estas últimas es importante reponerlas, por eso hay que tener en cuenta la rehidratación).

El sudor funciona únicamente como termorregulador de nuestro cuerpo, porque con el esfuerzo, aumenta la temperatura, por lo que no existe relación entre la cantidad de sudor y la pérdida de grasa.

Estos son algunos de los mitos en torno a la nutrición deportiva que más resuenan, pero hay muchos más. Si quieres asegurarte de que no estás cayendo en ellos, consulta a un dietista nutricionista. Nadie como un profesional para ayudarte a conseguir tus objetivos, aprendiendo en el proceso y mejorando tu estado de salud.



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