Los 5 principales problemas a la hora de gestionar nuestras emociones

La mala gestión de las emociones se relaciona con diversos problemas psicológicos, como por ejemplo la ansiedad, la depresión y los problemas en las relaciones. En este artículo haremos un repaso de las principales dificultades que nos encontramos a la hora de manejar las emociones, para que así puedas identificar exactamente dónde está el problema.

1. No te das cuenta de lo que estás sintiendo

Una frase que oímos a menudo en consulta es: “estaba muy enfadado/a, pero era como si no fuera yo”. Esta sensación de no darse cuenta de lo que uno está sintiendo ocurre a menudo con el enfado, pero también puede pasar con cualquier otra emoción.

Lo que sucede es que la persona no llega ni siquiera a procesar el hecho de que está sintiendo una emoción fuerte, de tal manera que la emoción toma el control, como por ejemplo cuando el enfado es tan grande que la persona comete actos impulsivos casi sin darse cuenta.

2. Te cuesta nombrar la emoción que estás sintiendo

De manera alternativa, puede que sí que te des cuenta de que estás sintiendo una emoción intensa pero que te cueste nombrarla. O incluso, puede ocurrir que confundas las emociones. ¿Alguna vez te has enfadado con alguien y al tiempo te has dado cuenta de que en realidad lo que estabas era dolido/a? O quizá te haya sucedido que tras haber pasado por un momento importante en tu vida tardaras varios días o semanas en ponerle nombre a lo que te estaba sucediendo. Si te pasa a menudo quiere decir que quizá te falte algo de vocabulario emocional.

La educación emocional es algo que se está empezando a implantar ahora en algunos colegios, por lo que muchas personas andamos escasas de conocimientos acerca de nuestro mundo emocional, y es normal que confundamos ciertas emociones.

3. Te cuesta expresar la emoción

Si sabes lo que está pasando por dentro, pero lo que ocurre es que no puedes comunicar esa emoción, entonces es señal de que debes indagar en lo que has aprendido acerca de las emociones. Por ejemplo, quizá te enseñaran que no debes enfadarte porque “enfadarse no está bien y tienes que ser bueno/a”. O quizá te dijeran mucho eso de: “no llores, si no es para tanto”.

Al final, todos estos aprendizajes van dejando su huella sobre nosotros y determinan la manera en la que nos relacionamos con las emociones. A veces no nos sentimos cómodos expresando ciertas emociones porque pensamos que los demás no van a saber cómo reaccionar, o que se van a enfadar con nosotros, o que nos van a rechazar… Y todo esto hace que tengamos problemas a la hora de verbalizar y expresar la emoción.

4. No te gusta sentir determinadas emociones así que las evitas

En otras ocasiones, el problema está en que hay emociones que nos resultan tan desagradables que directamente las evitamos. Algunas personas, por ejemplo, no se permiten estar tristes o nunca lloran. O quizá lo hayas pasado tan mal en el pasado que crees que no podrías soportar un disgusto más, por lo que tiendes a evitar sentirte triste.

De nuevo, la represión y los bloqueos emocionales tienen mucho que ver con nuestros aprendizajes y con nuestras experiencias pasadas, así que es importante que identifiquemos dónde está el bloqueo y por qué tenemos tanto miedo a sentir determinadas emociones.

5. No sabes regular la emoción

Finalmente, puede que se te dé bien notar la emoción, etiquetarla, identificarla y expresarla, pero que a la hora de sentirla esa emoción te resulte demasiado desbordante. Por ejemplo, algunas personas se sienten muy abrumadas cada vez que están tristes y no saben volver a un estado de normalidad. Otras personas sienten los enfados de manera tan fuerte que no saben cómo reducir esa intensidad. O puede que cada vez que sientas miedo o angustia te paralice por completo y te impida seguir con tu día a día.

Saber regular las emociones –que no controlarlas– es la base de una buena gestión emocional. Aprender a identificar la emoción y tener a mano estrategias prácticas y útiles para calmarnos en momentos de angustia es fundamental para mejorar nuestra salud mental.

Y esas son las principales barreras que nos encontramos en la gestión de emociones. ¿La buena noticia? Que, como toda habilidad, la inteligencia emocional también se puede entrenar y mejorar. ¿Cómo? La terapia emocional psicológica brinda una oportunidad a las personas a que revisen su relación con las emociones e identifiquen dónde están las principales barreras.

En Alimentación 3S podemos ayudarte a mejorar tu gestión de emociones mediante un acompañamiento psicológico. Te ofrecemos una llamada gratuita con una de nuestras psicólogas para que podáis comentar juntos/as tu caso particular y te pueda asesorar. Escríbenos por email, whatsapp o en el apartado de contacto y te derivaremos para que puedas hablar sobre lo que necesites.



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *